Esta teoría sugiere que Dios inspiró o reveló los pensamientos a los escritores de la Biblia, pero no las palabras. Es decir, los escritores escogieron las palabras sin ninguna guía del Espíritu Santo. Entonces, según esta teoría, realmente no importa las palabras que se escribieron, o si las palabras realmente describen un evento de una manera exacta; lo único que importa es la idea general.
A primera vista puede parecer que esta teoría refleja una idea correcta de inspiración; no obstante, este concepto no puede explicar adecuadamente los siguientes puntos.
- Es imposible transmitir una idea sin transmitir palabras.
Usted está siendo testigo de este punto ahora mismo. Lo que estoy haciendo en este momento es trasmitirle algunas ideas y conceptos, pero es imposible que lo haga sin hacer uso del vocabulario o la palabra. El partidario de esta teoría debe reconocer que no puede incluso comenzar a proponer esta idea sin hacer uso de las palabras. Se debe rechazar esta teoría simplemente porque es auto-contradictoria.
- El pensamiento, la idea o el significado de un texto muchas veces depende del entendimiento correcto de una palabra.
- En Mateo 5:18, Jesús asignó importancia trascendental incluso a los trazos más mínimos de una palabra (“la jota y la tilde”).
- En Mateo 22:44, el magistral argumento de Cristo está basado en el hecho de que David dijo, “Mi Señor”. Esta observación preparó el camino para una pregunta sin respuesta, “¿Cómo puede el Hijo de David ser el Señor de David?” (Esta pregunta desconcertante encuentra su respuesta en Romanos 1:3-4). Es interesante notar que la palabra “MI” en el Salmo 110:1, en hebreo no es una palabra separada. Es simplemente una “jota” añadida al final de la palabra “Señor”, como un sufijo:
Así vemos que esa diminuta “jota” es muy importante. El argumento de nuestro Señor depende de ella.
- ¿Cómo sabía el escritor de Hebreos que Abraham creía que Dios levantaría a Isaac de los muertos (Hebreos 11:17-19)? La clave se encuentra en Génesis 22:5, donde Abraham dijo, “NOSOTROS volveremos” (o parafraseando: “aunque yo sacrificaré a Isaac, ambos volveremos vivos”). La diferencia entre “volveremos” y “volveré” (lo que habría sugerido que Abraham regresaría solo) en hebreo es una sola letra:
- En Mateo 22:32, el argumento completo de Jesús en cuanto a la resurrección de los muertos se basó en el tiempo presente de una palabra que Dios dijo, “Yo soy el Dios de Abraham” y no “Yo fui el Dios de Abraham” (cf. Éxodo 3:6). Aquí el contexto total del pasaje y aún el Tiempo Del Verbo es muy significativo en el hábil argumento de nuestro Señor.
De modo que los que tienen un entendimiento correcto sobre la inspiración de “jota y tilde”, estudiarán sus Biblias de tal manera, que darán el máximo de atención a los detalles del texto (el tiempo del verbo, los pronombres personales usados, la diferencia entre singular y plural, las pequeñas palabras que a menudo pasamos por alto, y aún las letras que componen las palabras).
- Si la Teoría del Pensamiento fuera correcta, no pudiéramos incluso comenzar a hablar sobre la inspiración. Es imposible entender el pensamiento en 2 Timoteo 3:16 si no entendemos correctamente el significado de la palabra “inspiración”.
- La importancia de las palabras se menciona frecuentemente en la Biblia, por ejemplo:
- “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo…”Éxodo 20:1
- “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida…”Juan 6:63
- “Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste…”Juan 17:8
- “Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual…” 1 Corintios 2:13
En anotaciones del AT se afirma repetidamente también que las palabras, en sí mismas, están inspiradas por Dios.
- “Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada) “Juan 10:34-35
- “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” Gálatas 3:16
Roger E. Dickson ha indicado que “la fuerza de Génesis 22:18 y Gálatas 3:16 también depende en el hecho que la palabra ‘simiente’ sea singular y no plural”.
Y la frecuente mención de la Biblia como la Palabra de Dios.
- “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios…” Efesios 6:17 17
- “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.” Santiago 1:21-23
- “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación…” 1Pedro 2:2
Se pronuncia una solemne condenación sobre cualquiera que suprima la Palabra de Dios.
- “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” Apocalipsis 22:18-19
La teoría del concepto, pues, no tiene consistencia respecto a que la Escritura haya sido redactada así; falla enteramente a la luz de lo que la misma Biblia afirma acerca de la verdadera doctrina de la inspiración.
- Finalmente, si esta teoría es correcta, ¿por qué el mundo religioso se empeña en estudiar minuciosamente las palabras que la Biblia usa? En el fondo, se nos dice que las palabras no importan; sólo importan los pensamientos. Entonces, ¿por qué gastar miles de dólares en la producción de diccionarios, comentarios y enciclopedias que explican el significado de las palabras que la Biblia contiene? Si las palabras no importan, ¿por qué incluir el estudio de la hermenéutica en un curso de teología? Esta teoría tampoco explica adecuadamente el concepto de la inspiración.