Los Soferines

El término hebreo que traduce la palabra «copista» es So – Fér, que alude a la acción de contar y registrar cada palabra. Originalmente los escribas eran oficiales de las casas reales. Después del exilio babilónico se dedicaron enteramente a la conservación del texto bíblico. En el antiguo Israel ser copista o escriba llegó a ser una profesión (Esdras 7: 6; Salmo 45: 1). Los copistas o soferines eran gentes profesionales que vivían entregados a su labor. Sentían profunda reverencia por las palabras que copiaban. Poco después de haberse escrito los originales, se tuvo la necesidad de realizarse copias.

Se puede considerar a los “soferim” como los predecesores de los “masoretas”. A su vez los soferines son los herederos de los “Escribas” que copiaron los rollos bíblicos en la época del exilio y el postexilio. Durante quinientos años los soferines fueron colocando las bases para la futura vocalización y el establecimiento de una “interpretación autorizada” rabínica.

Hillel (60 a.C. – 20 d.C.), era un  sóferim, establecido en Jerusalén a finales del siglo I a.C. Correspondió a la escuela de Hillel iniciar el proceso para “oficializar”, en el seno del judaísmo, un grupo de textos de la Biblia hebrea empleados en su nativa Babilonia. Ellos seleccionaron una sola tradición textual, que puede ser llamada “Proto-Masorética” (anterior a los textos masoréticos); un texto que ya llevaba existiendo homogéneamente algún tiempo

A partir de aquel momento existió una fuerte tendencia entre los rabinos y escribas para no permitir que se reprodujesen  otras líneas de tradición textual (de las Escrituras Hebreas), salvo los “Proto-Masoréticos los otros fueron borradas a finales del siglo I d.C.   y comienzos del siglo siguiente, tan sólo quedaron reflejos de estos textos, conservados en la versión de los “LXX”, el “Pentateuco Samaritano” y en citas de escritos apócrifos o del NT.

El personaje representativo del período posterior a la destrucción del Templo de Jerusalén fue el rabino Akiba. Su mayor esfuerzo estuvo orientado a “fijar” el texto consonántico de la Biblia hebrea. Akiba fue heredero del proceso iniciado en la época de Hillel. Akiba, al igual que sus antecesores, mantuvo la preocupación por la pureza textual, concretamente la conservación del texto heredado de las escuelas rabínicas (el texto “Proto-Masorético”) y la “lista” difundida por círculos fariseos. Para asegurar el predominio exclusivo de los Proto Masoréticos se dictaron Leyes estrictísimas para su copiado.

El movimiento orientado hacia la “pureza” del texto floreció en la segunda parte del siglo II d.C. bajo el liderazgo de Akiba.

El biblista José Salguero sostienen que en el “segundo período de la historia del texto hebreo del AT (siglo I d.C. al siglo V d.C.) se caracteriza por la fijación definitiva del texto (consonántico). Se elige una recensión y se eliminan las variantes, quedando así fijado un texto uniforme que prevalece sobre los demás y se propaga rápidamente. Ello fue obra de los ‘sóferim’ o escribas, y será perfeccionado por los masoretas”.

Su Trabajo

Sorprendentemente sus copias eran casi perfectas. Los soferim siguieron algunas reglas que les permitió transmitir un texto en perfecto estado y prácticamente idéntico con el original:

  • La anchura de cada línea (entre margen y margen) era exactamente de 30 letras.
  • Solamente se podía usar tinta negra.
  • Las copias podían ser elaboradas solamente de manuscritos autorizados.
  • Ninguna palabra podía ser escrita de memoria.
  • El copista debía ser judío.

Después de haber hecho la copia, los soferim controlaron la exactitud de la copia usando, entre otras medidas, las siguientes:

  • Se contaba las letras, y las palabras de la copia comparándolas con el original.
  • Se estableció el lugar exacto de la palabra central o de la letra central de un libro.

Se puede decir incluso, que las copias normalmente eran mejores que el original, porque el estado del material sobre el cual se escribió era mucho mejor. Una vez hecha la copia, el original fue destruido o echado al trastero de la sinagoga. Por lo tanto, existen pocos manuscritos viejos del AT.

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Geycer Paredes

Pastor - Maestro de la Biblia, Coordinador académico de la Universidad Bíblica de las Américas en Perú. Autor de libros relacionados con la hermenéutica e Historia Bíblica. Director académico en el Instituto Bíblico Betania.

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