Cuatro evangelios, tres sinópticos, es decir, paralelos en semejanzas y el de Juan, que llenó lo que faltaba por dejarse escrito. Ahora bien, ¿por qué aún en los sinópticos hay diferencia al relatar los mismos acontecimientos? ¿serán errores del hagiógrafo?
La respuesta está en el propósito con que se escribieron y hacía que publico se dirigían.
Así Mateo, que era apóstol, escribió principalmente a un público judío y el Espíritu Santo le inspiró como tenía que dirigirse a ellos y el contexto de su tiempo, y enfatizó según la costumbre judía de ciertas cosas, aunque su propósito principal era demostrar por las profecías que Jesús era el Mesías. Así Mateo no erró en nada, pues fue guiado directamente por el Espíritu Santo.
Marcos, sin embargo, no era apóstol, pero el Espíritu Santo lo guió a escribir fielmente de boca del apóstol Pedro pero sin tener en cuenta el orden de algunos acontecimientos, así puso por escrito lo que el apóstol Pedro vio y oyó, y esto lo hizo guiado por el Espíritu Santo para que se leyera en la Iglesia a modo de enseñanza y fiel recordatorio, y narró los acontecimientos haciendo énfasis en el poder de Cristo sobre el mundo demoníaco, para ser leído ya por gentiles y demostrar que Jesucristo tenía el poder de Dios sobre toda manifestación demoníaca, por lo que hace énfasis en esta área como el Espíritu le inspira que escriba, por lo que las discrepancias de Mateo y Marcos no son errores, sino acontecimientos contados desde diferentes ópticas y según entendería mejor el público primario a quien se dirigía.
Así Lucas, escribe, a los gentiles, su estilo es más claro y explicativo por la necesidad de ser entendido por los que no conocen conceptos judíos, y da los acontecimientos en parte ya interpretados según el Espíritu Santo le inspira, para que «Teófilo» al parecer un magistrado gentil, entendiera y lo entendieran todos los que en compañía de este creían, así las discrepancias con Mateo y Marcos, son de proposito y estilo literario y no errores en ningún sentido.
Y Juan, alrededor del año 90 escribe su evangelio teniendo en cuenta el ataque gnóstico contra Cristo en ese tiempo, y hace énfasis inspirado por el Espíritu Santo, en la Divinidad del Hijo de Dios, escribiendo, lo que el Espíritu Santo le mostró y recordó de boca de Jesús sobre este tema, por lo que llena lo que falta a los otros tres.
Así el Espíritu Santo dejó la impronta de su palabra inerrante a través de estos cuatro evangelistas lo que quedaría como su Palabra para toda la iglesia, y teniendo en cuenta que Lucas tomó su información directamente de los 11, como indica al principio del evangelio, estos son escritos apostólicos, de los representantes de Cristo y libres de todo error y así también el Espíritu Santo le reveló a Pablo lo que debía escribir, teniéndose los escritos apostólicos como Palabra de Dios tan inspirados como los profetas como leemos en
2 Pedro 3:15-16
“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición”.
2 Timoteo 3:16-17
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.