Lockman Bible Ministries, a través del departamento de traducciones, ha producido La Biblia de las Américas, empezado a traducirse en 1973 y terminada en 1986 después de quince años de ardua labor por un equipo internacional e interdenominacional de eruditos evangélicos de varios países de América Latina y también de España y los Estados Unidos.
Esta Biblia se presenta como una traducción fiel de las Sagradas Escrituras según fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego. Sus editores dicen que se ha producido con el propósito de ofrecer al mundo de habla hispana la riqueza y el poder de la Palabra de Dios en forma tal que sea un verdadero tesoro devocional y un instrumento práctico de estudio.
El Comité Editorial dice que ha observado dos principios básicos: En primer lugar, ha tratado de ceñirse en todo lo posible a los idiomas originales de las Sagradas Escrituras, y, en segundo lugar, ha observado las reglas de la gramática moderna en una dimensión continental contemporánea, usando un estilo ágil y ameno, procurando mantener la mayor belleza literaria.
A decir verdad, la Biblia de las Américas es conservadora en su forma de traducir; es decir que es como la Reina Valera en muchos aspectos, aunque no tan literal como ella. Otra de las cosas que se comparte con los principios originales de las Biblias de la Reforma es el uso de las letras itálicas o cursivas. Las letras cursivas fueron abandonadas en la revisión de la Reina Valera de 1960 (y la gente se acostumbró a su ausencia), pero el público que continuó utilizando la Biblia Reina Valera de 1909 conoce muy bien esta característica que da trasparencia a la traducción.
Fuente para Antiguo Testamento
Para el texto del Antiguo Testamento se utilizó el texto masorético, el texto hebreo utilizado para esta traducción fue la tercera edición de la Biblia Hebraica de Rudolf Kittel
Casi siempre que se habla de la Biblia Hebrea, es común referirse a las tres ediciones de la obra del alemán Rudolf Kittel. En este contexto es frecuente la abreviatura BH, o BHK (K por Kittel), o (donde se refieren a las distintas ediciones), BH1, BH2 y BH3.
Las primeras dos ediciones aparecieron entre 1906 y 1913 respectivamente. La tercera edición de la Biblia Hebraica de Rudolf Kittel salió a la luz en 1937. Esta versión es considerada un texto maestro, en la que se basan muchas versiones. Esta tercera edición ha sido reemplazada por la Biblia Hebraica Stuttgartensia.
Fuente para el Nuevo Testamento
La Biblia de las Américas toma, según la información de Lockman Foundation, de la edición número 26 de Nestlé-Aland, que es una edición proveniente del Texto Crítico cuya fuente principal es el trabajo de Westcott y Hort del siglo XIX. Ahora, si bien la sociedad detrás de La Biblia de las Américas no menciona expresamente al Texto Recibido como fuente de consulta, vamos a ver que en muchos casos toma “varias palabras y frases prestadas” provenientes de dicho texto.
¿Por qué la Lockman Foundation no menciona abiertamente que utilizaron el Texto Recibido en ciertas ocasiones? No lo sabemos. ¿Quizá la escuela de la crítica textual ha puesto en la mente de muchas personas que el Texto Recibido es una especie de texto absurdo, que no se convendría mencionar por miedo a ser considerado “menos académico”? Sin embargo, este texto tan despreciado por algunos fue la base de traducción del Nuevo Testamento para la Biblias de la Reforma del siglo XVI en todos sus idiomas, las misiones mundiales del siglo XIX con William Carey, y el texto defendido históricamente por el protestantismo, siendo uno de sus mayores exponentes John Owen. Owen escribió un libro sobre la defensa del “Texto Tradicional” (Textus Receptus), alegando que Roma siempre quiso imponer sus textos (por ejemplo, el Códice Vaticano) para socavar la base de la Reforma. El Texto Crítico de Westcott y Hort, justamente una de sus bases textuales, es el Códice Vaticano (lo que Owen temía) y es utilizado hoy en las ediciones griegas de Nestlé-Aland, a la cual se acoplan las versiones modernas incluyendo La Biblias de las Américas.
La Biblia de las Américas “toma prestado” del Textus Receptus en algunas ocasiones (sin especificarlo), pero su fuente principal sigue siendo el texto griego de Nestlé-Aland. Si la analizamos palabra por palabra veremos que sigue de cerca al Texto Crítico en aproximadamente un 99% de su masa textual.
Algunas diferencias entre La Biblia de las Américas y la Reina Valera (revisión de la SBT)
1 Corintios 10:9
- LBLA: “Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos le provocaron, y fueron destruidos por las serpientes.”
- RV SBT: “Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos lo tentaron, y perecieron por las serpientes.”
Al cambiar “Cristo” por “Señor”, no se puede demostrar que este pasaje hace una conexión entre Cristo y el Dios del Antiguo Testamento. Cuando los israelitas tentaron a Dios, tentaron a Cristo. Charles Hodge dice respecto a este pasaje:
“Cristo es por lo tanto Dios (… ) los corintios son advertidos de no tentar a Cristo con la impaciencia y el descontento como lo hicieron los israelitas …”
1 Timoteo 3:16
- LBLA: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne…”
- RV SBT: “Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne…”
La variante del Texto Crítico seguido por La Biblia de las Américas causa una ambivalencia. El pronombre “él” puede ser referido a Jesucristo tanto como a Dios. Decir que Jesucristo fue manifestado en carne es correcto, pero mayor significado tiene decir que “Dios fue manifestado en carne”.
Juan 6:47
- LBLA: “En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna”.
- RV SBT: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”.
Hay una gran diferencia entre el que cree y el cree en mí, el que cree es algo general, el que cree en mí es algo personal y de eso se trata nuestra salvación, porque hemos creído y confiado en Aquél que nos dio vida en la cruz.
Conclusión
Concluyo que la Biblia de las Américas a diferencia de muchas otras traducciones de la Biblia, no es una traducción mala, es una buena versión de la Biblia, y todo estudiante serio y pastor debería consultarla. Pero considero que es apresurado llegar a la conclusión que es una traducción “con más precisión” o con más “fidelidad” que la Reina Valera.