Este tipo de texto era corriente en Italia, Galia, África del norte y otras partes, incluido Egipto. Puede también retrotraerse hasta el siglo segundo. Utilizado por varios de los padres como fueron Cipriano, Tertuliano, Ireneo, y Tatiano, su presencia en Egipto está demostrada por dos papiros: “El papiro 38”, cerca del 300 después de Cristo y el “papiro 48”, cercano al final del siglo III.
Los manuscritos griegos más importantes que representan el tipo de texto Occidental son:
- El códice Bezae, del siglo V o VI, que contenía Evangelios y Hechos.
- El códice Claromontanus, del siglo VI, que contenía Epístolas Paulinas.
- El códice Washingtonianus, del final del siglo IV, que contenía desde Marcos capítulo 1, versículo 1 hasta el capítulo 5, versículo 30.
De igual manera, las viejas versiones latinas son testigos notorios del tipo de texto Occidental, y se encuentran dentro de grupos principales, tales como las formas africana, italiana e hispana del texto latino antiguo. La característica principal del tipo de texto Occidental es su intensa paráfrasis (comentarios).